ARBOLES, SU ENERGIA SANADORA
Si tuviéramos que elegir una sola palabra que definiera la ayuda que al ser humano le puede aportar un árbol, seria: FUERZA.
Del Reino Vegetal, el Árbol representa la Fuerza de la Vida.
El Árbol es en sí mismo un ser completo por participar holísticamente de todos los Elementos:
- La semilla de la que nace es un resonador cósmico en el sentido de que contiene potencialmente toda la fuerza que desplegará en su crecimiento convirtiéndose en un maravilloso árbol.
- Sus raíces estarán en conexión permanente con la tierra, le aportarán arraigo, estabilidad, firmeza, nutrición, agua y fuerza a lo largo de toda su longeva vida.
- Su tronco le hará erguirse hacia el cielo para que sus ramas, hojas, flores y fruto prosperen y de ésta manera participe en el medio en el que crece relacionándose con la lluvia, el viento y sobre todo, el sol.
La fuerza del árbol es la Fuerza de la Vida.
La palabra sabiduría viene de SAVIA.
La palabra hoja, de las hojas de los libros y cuadernos, deriva del empleo que se le dio al primer lenguaje puesto por escrito de manos de druidas, que grababan con ramitas puntiagudas sus símbolos o letras rúnicas en el envés de las hojas caídas de los árboles.
Pertenecer a un árbol genealógico donde se van colocando los apellidos familiares, los linajes en las ramas de un árbol, simboliza una guía excelente para definir que pertenecemos a un mismo “tronco”.
La profesión elegida y su determinada función o especialidad se denomina: rama.
Los ejemplos de la influencia y conexión con el reino vegetal es muy enriquecedor en todas las culturas de todos los países ya que los primeros asentamientos de comunidades humanas fueron en lugares de árboles, arboledas. Y los primeros templos donde la comunidad se reunía para honrar a sus Diosas y Dioses, era al aire libre, precisamente en arboledas.