ROSAS, SU MEDICINA SECRETA
Nombre botánico: ROSA CANINA
Su nombre botánico hace referencia a sus espinas –como dientes de perro-.
La rosa ha sido desde siempre uno de los emblemas del amor, de los enamorados, de la felicidad, de la feminidad, de las diosas, de la belleza extraordinaria e insuperable de todas las flores conocidas.
LA MEDICINA SECRETA de la Rosa es la de sanar el corazón.
La rosa es la flor que más se ha empleado desde siempre para elaborar filtros y elixires de amor, para que el amor de los enamorados prospere, para que el estado de felicidad se perpetúe, de ahí que los enamorados se regalen flores, con la intención de que su amor prospere, se fortalezca y este energéticamente protegido ante cualquier adversidad.
La antigüedad de la rosa data de millones de años, tal y como atestiguan los fósiles encontrados en restos arqueológicos de todos los continentes del planeta.
La rosa está presente tanto en remedios medicinales como cosméticos, y también culinarios ya que sus pétalos pueden ser comestibles. Y, para los alquimistas era una de sus flores inestimables por poseer la fuerza reparadora gríalica (dadora de vida), dadora de alegría, sabiduría y belleza, un auténtico elixir de eterna juventud y belleza para el cuerpo, para el corazón y para el alma.
El hecho de que la rosa tenga espinas en sus tallos es un indicador de su energía protectora: para acercase a su fragancia y a su belleza, hay que ir con cuidado: sabe protegerse de quien no valora su belleza.
Numerosos autores y videntes afirman que las hadas de las rosas son las guardianas más poderosas de la Madre Tierra, de ahí su poder protector, incluso se afirma que las rosas fueron traídas a la Tierra por entidades de Luz protectoras para que el ser humano prosperara y encontrara su belleza interior, su propia luz de sabiduría, protegiéndose de las numerosas y sorprendentes tentaciones a las que la vanidad o las apariencias egoístas pudieran apartarle de su camino de solidaridad y concordia hacia sí mismo y hacia su prójimo.
Las rosas han sido la fuente inagotable inspiradora para los poetas y para las personas enamoradas del amor, y también ha sido, en numerosas ocasiones, el símbolo de paz en conflictos entre pueblos o naciones como el hecho histórico de incluirlas en blasones, escudos, estandartes, sellos, etc. como así lo atestigua la rosa blanca del linaje de la casa de York o la rosa roja del linaje de los Lancaster. O como la rosa blanca que simboliza la pureza de las enseñanzas de Ala y su profeta Mahoma, o teniéndola presente en reuniones secretas como testigo de protección para los persas, o la mítica leyenda del rey Arturo y los caballeros de la Tabla Redonda, donde se dice que siempre se colocaba en el centro de la misma una rosa como emblema de protección y honor. La rosa está presente a lo largo de la historia de todos los continentes del mundo.
CUALIDADES MEDICINALES DE LAS ROSAS
La energía de la rosa protege el sistema inmunológico, limpia la sangre de toxinas, favorece el sistema endocrino al potenciar el equilibrio de las hormonas segregadas por las glándulas maestras de todo el cuerpo.
Sanadores de gran renombre, aconsejan desde siempre, que se coloque un ramo de rosas rojas en la mesita de la habitación de un enfermo para que su energía protectora ayude a recuperar la salud y la fortaleza anímica de la persona enferma.
Para personas irritables tener cerca la presencia de rosas es medicinal, ya que la energía de las rosas aporta protección, calma, sosiego, tranquilidad y belleza: es su fuerza alquímica.
En pediluvios: si añadimos un puñado de pétalos de rosas secas al agua caliente para tomar un baño de pies, lograremos que sus principios activos penetren en la piel distribuyéndose su energía protectora a través de los meridianos energéticos del organismo para reforzar la energía vital de todo el cuerpo y campo áurico.